El Centro de Artes Plásticas de la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario, ubicado en la calle Colón de Vegueta, da inicio a su programa expositivo del bienio 2025-2026 con la inauguración de ‘Dámaso, una corpografía’, la nueva exposición individual de la creadora Elia Verona. La muestra, que abre sus puertas el 10 de abril a las 19:00 horas y permanecerá hasta el 16 de mayo, es el resultado de una investigación experimental artístico-antropológica centrada en el cuerpo del artista Pepe Dámaso.
La relación entre Elia Verona (1975), cuyo nombre real es Noelia Verona Martel, y Pepe Dámaso (87 años en 2020) se inició en 2020 durante el confinamiento provocado por la pandemia de la Covid-19. Desde entonces, la antropóloga y artista, 42 años menor que Dámaso, ha trabado una relación de complicidad y trabajo conjunto con el reconocido artista canario. Dámaso abrió a Verona las puertas de sus archivos, tanto físicos como digitales, así como su memoria y creatividad.
La exposición
‘Dámaso, una corpografía’ explora el cuerpo de Dámaso a través de diversos lenguajes artísticos, incluyendo fotografía, audio, videocreación, collage y grabado en relieve sobre diferentes soportes. Verona, quien actualmente realiza una tesis doctoral sobre la hibridación de antropología y arte en México, aborda de manera polifónica el cuerpo de Dámaso, ofreciendo al espectador una “hibridacción” que va más allá de una simple propuesta creativa.
Según la consejera de Cultura del Cabildo grancanario, Guacimara Medina, esta colaboración pone de manifiesto la “voluntad de apoyar y contribuir con su experiencia y legado intelectual a la propuesta de otros artistas” por parte de Pepe Dámaso, cuyo compromiso con el progreso cultural de Canarias es evidente.
«Entrega al ser humano»
“En este proyecto solo hay verdad y entrega al ser humano”, afirmó Dámaso, destacando la importancia de reflexionar sobre la verdad, la belleza y la bondad en el momento actual. Verona explicó que Dámaso no ha sido un modelo pasivo durante los cinco años de gestación del proyecto, resaltando su “entrega tan poderosa al arte” y cómo la cultura lo atraviesa manteniéndolo siempre creativo.
Verona plantea en esta muestra la cuestión de si es posible un lenguaje común entre la Antropología y el Arte, y cómo se narrarían los cuerpos desde esa hibridación. Su trabajo busca representar sus reflexiones sobre el cuerpo humano y las biopolíticas que se ejercen sobre él a través de lenguajes figurativos. Como artista y antropóloga, Verona considera su trabajo como “etnografía traducida al lenguaje gráfico y viceversa” y, en ocasiones, utiliza lenguajes abstractos para representar conceptos complejos.
Complicidad con Pepe Dámaso
La creadora destaca la “complicidad” con Pepe Dámaso, un hombre que ha cuestionado la heteronormatividad desde su homosexualidad visible y que ahora, desde su vejez activa, “transgrede nuevamente al cuestionar el desvalor del cuerpo anciano”. Verona señala que este proyecto invierte el orden común de la creación, convirtiendo a Dámaso en colaborador y tema de sus obras, permitiéndole seguir creándose a sí mismo.
La exposición presenta el cuerpo de Pepe Dámaso a través de diversas voces y lenguajes, no como una figura emblemática, sino como “una piel que envuelve un tiempo transcurrido y una memoria”, la piel de un hombre creador cuya creación más continua es su propio cuerpo. Verona busca cuestionar la mirada social actual sobre la vejez y los desvalores que encierra, contraponiendo la idea del cuerpo válido únicamente como joven, sano, útil y productivo al valor intrínseco del cuerpo anciano.
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