El Festival Ciudad de las Músicas cerró anoche (en la madrugada del 22 al 23 de noviembre) las dos jornadas inaugurales en el Parque Santa Catalina. Durante dos días (viernes 21 y sábado 22 de noviembre) la música y la lluvia acapararon la atención de grupos, público y organizadores, que permanecieron atentos de forma ininterrumpida al parte meteorológico.
El viernes 21, la noche arrancó puntual, a las 19:30 horas, con la aterciopelada voz de Belén Álvarez y su banda, lo que viene a ser Bel Bee Bee, que para regocijo de los presentes regaló 45 minutos de buena música.
Sin embargo, la buena marcha del arranque quedó ‘maguada’ por la suspensión (debido a los estragos causados por la lluvia en el escenario 1) de la actuación del Coro Juvenil de la OFGC, cuyos integrantes habían efectuado horas antes las pruebas de sonido.
El tiempo pactó una tregua con el Festival para que esta fuera la única incidencia de la noche, ya que tanto la potente voz de Alana Sinkëy, cantante portuguesa de origen guineano de la multicultural Cosmosoul, como las ácidas letras y la maestría de León Benavente se hicieran con el favor del público.
La diversión quedó de manos de Mondo Diávolo y The Monos, que hicieron brincar sin respiro a los presentes, y el fin de fiesta llegó pasada la medianoche, momento en que Adanowsky salió al escenario rodeado de cuatro músicos y dos singulares coristas que hacían igualmente las veces de bailarines. Adan Jodorowsky, que hizo acto de presencia con su característico carmín rojo, pantalón negro, chaqueta y sin camisa, mostró una imagen sensual acorde al enorme espectáculo que traía preparado: sugerentes coreografías, lo mejor de su repertorio y su reciente material, así como su insuperable magia escénica. Adanowsky, sin ningún género de dudas, demostró a los presentes lo que hace de él una auténtica estrella.
De otro lado, Territorio Miller no sólo albergó las últimas tendencias de la música electrónica, con la participación de Mr. Paradise, Alex Brinken, La Capria o Dave Terrada, sino que se convirtió en punto de encuentro entre público, bandas y organizadores que hasta allí se desplazaron para cerrar la noche al ritmo de los Dj’s.
La mañana del sábado trascurrió sin sobresaltos y todos los grupos programados ofrecieron sus repertorios ante el público que se desplazó al encuentro y curiosos turistas que disfrutaron in situ del trabajo de Yone Rodríguez, Hermanos Thioune, Mas que Son y Rasta Glover. Antes, Susurros Isleños y Parranderos de Global se hicieron con un potente corro que palmearon sus canciones.
La tarde se abrió con Red Beard, sus letras transparentes sólo acompañadas de guitarra, bajo, bajo y violín, y en ocasiones de banjo, arrancaron el aplauso continuo del público, que demandó con su insistencia bises que fueron complacidos por la organización. Red Beard nos hizo transitar entre el country y el blues, el folk y el soul. Y tanto emocionó a su audiencia que, hasta los componentes de AVERY*Sunshine se preguntaban desconcertados la procedencia del grancanario. Atónitos quedaron al descubrir que detrás del seudónimo, Jaime Benítez Fleitas no escondía ninguna ascendencia sajona.
Casi al final de la intervención de Red Bear comenzaban a sonar los acordes de la Orquesta Universitaria Maestro Valle en el Escenario 1. Sin palabras dejó a los parroquianos que hasta allí habían ido a presenciar un concierto de Rock Sinfónico, con momentos brillantes y actuaciones espectaculares. Led Zeppelin, Pink Floyd, Queen, The Beatles, entre otros hicieron acto de presencia en un concierto que contó con una explicación previa antes de cada una de las melodías escogidas.
A las 21:15 horas un chorro de voz, vitalidad y energía comenzó a desplegarse desde el segundo escenario. AVERY*Sunshine hizo cantar, palmear y saltar al más tímido de los presentes. La norteamericana se hizo con todos, conectó con el público, con el que se sacaba ‘selfies’ a lo largo de su intervención. Derrochó talento y simpatía, y paseó con su mano derecha, Dana Johnson, por los diferentes rincones del recinto.
Llegadas las 22:30 horas, la Perinké Big Band subió a su correspondiente escenario, desde allí ejecutó un par de temas de su repertorio, momento en que la lluvia apareció con ruido y fuerza y obligó a suspender cualquier concierto en dicho escenario y aplazar el del esperado Reptile Youth durante una hora.
Los daneses no reprimieron sus ganas de salir ante el público grancanario, y, a pesar de la intermitente lluvia, Reptile Youth dió todo lo que la meteorología permitió antes de que desde el control técnico se informara de la suspensión del concierto y del resto de actuaciones al aire libre. La voz de Reptile Youth prometió mojarse y lo hizo, se lanzó ante un público que ni con el agua se amilanó e interpretó un último tema bajo la lluvia y sobre los hombros de sus seguidores.
Ni La Canalla, ni El Vega pudieron salir a escena, pero la noche continuó en el interior del Miller en donde, una vez más volvió a concentrarse el público al cobijo del agua y amparados por la música de Mr. Paradise, Oswaldoh, DWattsRiot y Schlachthofbronx.
Puedes ver el álbum de fotos de la organización en Flickr.
Mañana (24 de noviembre) la actividad vuelve con el festival. De 17:00 a 20:00 con los talleres de autogestión de Ainara Legardón en la sala Caracol del Conservatorio (gratis y con localidades disponibles en ticketea.com) y con la proyección, a las 20:30 horas, si el tiempo lo permite, de 20.000 Days on Earth, sobre el mítico Nick Cave.
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