La Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, bajo la dirección de Pedro Halffter, aborda sus propios Ecos jazzísticos. Un concierto en la Sala Sinfónica del Auditorio Alfredo Kraus, con Fazil Say al piano, y con un repertorio que va desde el fandango a Gershwin.
La mirada al pasado de la corriente neoclasicista determinó gran parte de la creación musical en la primera mitad del siglo XX. La vida breve, estrenada en 1914, constituyó un intento serio de Falla en la creación de una ópera de carácter español lejos de los modos de la zarzuela. El realce de la parte orquestal se puede apreciar en esta “danza”.
En El sombrero de tres picos, estrenado por los Ballets Rusos de Diaghilev en 1919 con coreografía de Massine y figurines y decorados de Picasso, el genio de Falla logra trascender la esencia del folclore hispano, explotando de modo magistral elementos tan característicos como el cante jondo, el fandango o la jota en un conjunto de extraordinaria pujanza que rinde homenaje a las formas antiguas al tiempo que abre nuevos caminos. Más recientemente Cristóbal Halffter rindió también su tributo al pasado en su Tiento de primer tono y batalla imperial, celebración seria y festiva a un tiempo de la tradición que toma como referencia la música de Cabezón y Cabanilles.
Completan la visión de aquel periodo el Concierto para piano en Sol de Ravel y la Rhapsody in blue de Gershwin, piezas que tienen en común el empleo de modos reminiscentes del jazz, innatos en el americano y prestados en el francés.
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