El ilustrador madrileño René Merino (1980) inaugura el día 4 de abril, a las 19:00 horas, en la Biblioteca Insular de Gran Canaria, la exposición ‘A la deriva’, en la que muestra situaciones cotidianas o absurdas, anhelos y miedos a través del humor, la ironía y la crítica. La muestra, integrada por 45 ilustraciones seleccionadas de su últimos diez años de trayectoria profesional, se caracteriza por el empleo de un elemento común: el trazo en blanco y negro, que para Merino se plantea como una cuestión de necesidad para crear un espacio de comodidad. La obra de Merino, que durante su estancia en la capital grancanaria realizará un mural para el Espacio Violeta de la Biblioteca Insular que se inaugurará el próximo día 23 de abril, estará disponible para el público hasta el 19 de abril en dicho centro que gestiona la consejería de Cultura del Cabildo grancanario.
Tras estudiar Historia del Arte, en 2013 empezó René Merino a publicar a través de sus redes sociales ilustraciones donde compartía, con grandes dosis de humor e ironía, situaciones cotidianas con las que muchas personas se sentían identificadas, pero también miedos, anhelos y vivencias difíciles. Se convirtió entonces en uno de los ilustradores más virales de España.
Tras el éxito editorial de ‘Está mal, pero se puede empeorar’ (2020), su primer libro, llegó su segundo, ‘Un día ocurrió’ (2021), un conjunto de microcuentos. Su tercer libro, el primero de ellos con un hilo conductor, ‘Todo saldrá bien (a veces)’ (2022), es un relato en primera persona acerca de su experiencia lidiando con problemas de salud mental, y en su cuarto trabajo, coincidiendo con su propia paternidad, nos acerca al mundo de la crianza en ‘No se admiten devoluciones’ (2023). Sus libros también han sido publicados en China y Taiwan.
René Merino dibuja sobre aquello que le rodea en la exposición ‘A la deriva’. Todo lo que sucede alrededor puede suscitar su interés por encontrarlo conmovedor, divertido o simplemente absurdo. ‘A la deriva’ expresa esa manera de caminar artísticamente sin una dirección concreta, dejándose llevar y permaneciendo siempre atento, en espera de lo que pueda llegar en forma de idea.
Situación actual del mundo
‘A la deriva’ es, además, una frase que resuena también en Merino por recoger el modo en que percibe la situación actual del mundo. En cualquier caso y sea cual sea el tema sobre el que dibuja, el hilo conductor de su trabajo siempre es la emoción, pues es, desde su punto de vista, lo que es capaz de conectarnos a todos.
Algunos de sus referentes son Quino, Bill Watterson, Moebius, Bastien Vives, Jan, Ibañez o Ramón Casas. También reconoce una gran influencia en su trabajo de artistas como los directores de cine Terry Gilliam o Giuseppe Tornatore, el poeta José Hierro, la filósofa Remedios Zafra o humoristas como los Monthy Python o Faemino y Cansado.
Para René Merino las redes sociales han supuesto una enorme difusión, ya que es una ventana muy útil para la creatividad. El ilustrador también expresa que son un arma de doble filo debido a que la cantidad no es sinónimo de calidad y aunque la reacción inmediata halaga también puede hacer mucho daño. “Es muy delicado juzgar o establecer un paralelismo entre el valor de lo que acabas de hacer y la respuesta del público. Además, la respuesta es ahora muy rápida, pero a veces los indicadores también resultan algo falsos… Yo siempre intento tener presente que lo que hago me apasiona y lo disfruto. Es importante tener claro por qué uno hace esto”, apunta René Merino.
La pintura y el dibujo comenzaron siendo un hobby para Merino, sin embargo de manera progresiva se fue convirtiendo en su modo de vida. Además, una vez vio sus trabajos publicados al igual que dibujantes de referencia, sintió que había alcanzado su meta y que podría vivir de esto como una profesión y haciendo lo que más le gusta.
“Al principio, intenté no complicarme demasiado la vida haciendo los dibujos. Mi intención era hacer uno al día, y pensé en que si hacía algo muy elaborado no sería constante, así que decidí hacerlo en blanco y negro, con una línea con trama donde me siento cómodo. Y así es como tuve continuidad”, comenta Merino.
“Las ideas están en todas partes solo hay que localizarlas y mantener la mirada despierta. Soy muy de llevar a mano una libreta”, expresa el ilustrador sobre su proceso creativo y sus fuentes de inspiración. Merino expresa también el hecho de que es habitual que se despierte en medio de la noche y escriba sus ideas antes de que se pierdan. La capacidad de creatividad e imaginación es para René Merino un ejercicio diario que se debe practicar.
Algunas de sus ilustraciones se utilizan en las escuelas, e incluso en el ámbito de la psicología, debido a su implicación con la salud mental en sus obras. “La salud mental es un tema con el que estoy especialmente sensibilizado. De la misma forma que me gusta hacer cosas más banales, también me gusta centrarme en otras que me emocionan y conmueven”, apunta.
En su obra ‘Todo saldrá bien (a veces)’ (Lunwerg, 2022), relata su historia en primera persona con la ansiedad, depresión, insomnio o ataques de pánico entre otros. “Por la noche me despertaba sin poder respirar, comencé a cogerle muchísimo miedo a irme a dormir, todo fue escalando hasta llegar a tener los ataques de pánico…”, expresa el ilustrador. Merino le puso nombre, para familiarizarse con la situación, porque todo lo que se nombra adquiere cierta dimensión tangible. “La Criatura”, que es como denomina a la ansiedad en ‘Todo saldrá bien (a veces)’, fue creciendo lentamente hasta engullirlo todo y arrastrarlo a las profundidades. Al buscar y encontrar la ayuda que necesitaba, y a base de mucho trabajo duro, el ilustrador volvió a ser el mismo de siempre tras un viaje que cuenta sin medias tintas a través de sus ilustraciones en ‘Todo saldrá bien (a veces)’.
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