Dirigido a un público infantil de entre los 10 y 14 años, se plantea el taller de creación de cortometrajes que dará comienzo el día 12 de diciembre en Gran Canaria Centro de Cultura Audiovisual que la consejería de Cultura del Cabildo mantiene abierto en Schaman. El citado módulo que imparte Belimar Rojas, fundadora de Galápaga Films, se desarrolla del 12 al 16, así como los días 19 y 20 de diciembre, en horario de 17:00 a 20:00 horas.
El citado taller en el que, además de aprender de cine los jóvenes inscritos, incentivarán su confianza en la creatividad propia, planteará en su programa de contenidos dinámicas prácticas que se relacionan con el juego, la curiosidad y la experimentación. Según Belimar Rojas, trataremos de “alentar el respeto y el valor por las ideas ajenas, así como abrirnos a las diferencias en pro de la creación colectiva. Valorando tanto el proceso como el resultado final”.
Por estar dirigido a un público infantil, el taller organizado en la sede de Gran Canaria Centro de Cultura Audiovisual (Calle Cádiz, 34, barrios e Schamann) toma un carácter más lúdico. “Pedagógicamente nos basamos en la escucha activa y sin juicios, promoviendo la confianza en la expresión del pensamiento y las ideas. Al ser un taller de creación abrimos los análisis de los ejercicios al grupo, tomando los aciertos y desaciertos con el mismo valor de importancia como aporte para el progreso del aprendizaje”, añade Belimar Rojas, una documentalista que lleva más de 15 años trabajando en proyectos audiovisuales de carácter social sobre todo en América Latina junto a su socia, Juliana Brombim.
Belimar Rojas es Premio de la Fundación Universitaria de Las Palmas de Gran Canaria y la Fundación Mapfre en su tercera edición. Cineasta de profesión, formada en cinematografía por la Universidad de Los Andes en Venezuela, y en documental por el Atelier Varan de París y la Maestría de Cine Documental de la Universidad del Cine de Buenos Aires, ha sido profesora de la cátedra de Cine Documental en Venezuela durante 8 años.
En su experiencia, tanto en rodajes propios como en el aula, ha tenido la fortuna de realizar y asesorar un sustancioso número de documentales profesionales y académicos, merecedores de premios internacionales que, sobre todo, que me han enseñado a tratar con los personajes, entender sus circunstancias y ser respetuosa ante sus dramas y necesidades. Confiesa que anda “como pez en el agua” cuando se trata de rodaje en campo, compartiendo con personas, cuya realidad trasmite luego en una película: “eso es realmente lo que más me apasiona de mi profesión. He aprendido de primera mano el valor de la solidaridad y de compartir, incluso cuando se tiene muy poco o nada”, señala la directora de este taller.
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