El Centro de Artes Plásticas del Cabildo grancanario inaugura el día 22 de mayo, a las 19:30 horas, la exposición colectiva de arte postal, ‘Cartas desde la isla’, con obras de más de un centenar de creadores y creadoras de distintos ámbitos geográficos, edades y grados de profesionalización, que se articula como una iniciativa cohesionadora que solidifica su dimensión alrededor de la idea de la democratización del arte.
La propuesta, que surge del encuentro de los artistas cubanos Amilkar Feria y Leiko García acaecido el pasado año en el marco del Taller de Grabado sobre arte postal (mail art) que tuvo lugar en el citado espacio que mantiene abierto en la zona de Tafira Alta la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario, contempla ahora la exhibición de buena parte de los proyectos surgidos al amparo de dicho taller que se desarrolló con una voluntad de explorar nuevas vertientes gráficas y modalidades con el compromiso con las artes gráficas como medio de socialización e intercambio.
Según señala la artista Ana de la Puente, responsable del Taller de Grabado del Cabildo, “la modalidad creativa del mail art, por su naturaleza interactiva, ha favorecido en esta ocasión la generación de un diálogo visual colectivo en torno al fenómeno de la insularidad, entendida como concepto que trasciende su mero significado geográfico. A lo largo de los últimos catorce meses, más de cien artistas de diferentes procedencias han respondido con entusiasmo a esta iniciativa conformando la muestra que ahora presentamos”.
La muestra colectiva ‘Cartas desde la isla’ se articula alrededor de cinco conceptos que definen su propósito: mostrarse como un proyecto sin fronteras, de libre participación, de carácter no comercial, no selectivo y que contempla en no retorno a sus autores de su obra. En la amplia nómina de su cartel participan más de un centenar de artistas de diferentes geografías -entre los que figuran escritores y escritoras-, que han concebido con absoluta libertad la idea de la isla más allá de sus propios ámbitos geográficos, concibiéndola desde sus aristas psicológicas, sociales, filosóficas, culturales, ecológicas, etcétera.
La creatividad ha encontrado en este proyecto canales no sólo a nivel plástico, sino también literario, siendo algunos poetas y escritores cómplices y propiciadores de algunas piezas.
Los creadores, que han intervenido dibujos, poemas, fotografías, collages y otras tantas combinaciones gráficas posibles como la destreza visual les permitiera, son de geografías muy variada, tanto atendiendo a la procedencia de las obras que han llegado de países como Cuba, España, Irlanda, Brasil, Países Bajos, Mauritania, China, EE.UU o Italia, como a las edades y grado de profesionalización y amateurismo de los artistas, entre los que figuran alumnos con diversidad funcional de un Aula Enclave de un instituto de Schaman o de un CEIP de Móstoles, entre otros centros docentes.
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De la Puente señala que “otro de los presupuestos del proyecto ha sido otorgarle materialidad al intercambio epistolar que actualmente tan minusvalorado está por la dictadura de los nuevos medios de intercambio surgidos al amparo de la era digital. En esa materialidad existen obras abiertas a ser intervenidas por otros participantes en sus sucesivos destinos y otras como obras cerradas a la intervención”. Varios artistas y escritores canarios participan en la colectiva, como Ana Nimú, Augusto Vives, Luis Piernavieja, Fabiola Ubani, Fátima Suleimán, Berbel, Javier Duchement, Jerónimo Maldonado, Rafael Franquelo, José Luis Luzardo, Felipe Landín, José H. Afonso, Juan Cabrero, Miguel Panadero, Marcos Hormiga, José Miguel Junco o Manolo González, entre otros.
“La mayoría de las obras recibidas son el resultado de la intervención sucesiva de dos o más artistas sobre el mismo soporte, que viaja, vía correo postal, de buzón en buzón. En algunos casos, de mano en mano. Otras se recibieron con la aclaración de ser obras terminadas y no abiertas a la interacción de otros”, añade De la Puente.
El pintor, ilustrador, caricaturista, grabador y escritor cubano Amilkar Feria (La Habana, 1967), sostiene que el surgimiento del mail art a partir del correo convencional como vía de comunicación y difusión, surge ante los desafíos del arte en la segunda mitad del siglo XX, que optó por recuperar la ‘pureza’ del arte al margen de las galerías comerciales y otros espacios públicos de exhibición, y que no ha impedido su evolución con la aparición de las nuevas tecnologías como el G-mail art, entre otras modalidades.
La exposición puede visitarse hasta el próximo día 5 de junio en el Centro de Artes Plásticas del Cabildo, situado en el número 8 de la calle Colón de Vegueta, de lunes a viernes, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas.
En el marco de la exposición tendrá lugar el día 24 de mayo, entre las 11:00 y las 12:30 horas, en el Taller de Grabado del Cabildo, la charla de los creadores Danilo Lisi y Giorgios Papaevangeliou, que participan en la muestra ‘Cartas desde la isla’ enviando sus obras desde Roma.
El ‘mail art’ | El arte postal
El mail art es la denominación que se utiliza para designar la original actividad artística que utiliza como medio de expresión la distribución postal. Estos envíos postales pueden ser mensajes, collages, objetos, consignas, poemas…que se dirigen a un amplio público, muchas veces desconocido por el autor, que pretende con ello salirse de las vías tradicionales de distribución del arte. Ese carácter crítico, que pretende minar el monopolio de las galerías y del mercado del arte como vías de difusión del mismo establecido por la sociedad de consumo, se extiende a conceptos más amplios, como puede ser la manipulación de la información que sufre la sociedad desarrollada.
Las primeras manifestaciones de este arte postal respondían a las bases puestas por Marinetti en 1912 en su Manifiesto técnico de la literatura futurista. En 1962 Ray Jonson funda la New York Correspondance School of Art, que dará un impulso al movimiento, del que participaron principalmente artistas conceptuales, como On Kawara, y miembros de Fluxus, como Robert Watts y Ben Vautier. La red de intercambios llegó a tener un volumen considerable, especialmente en la década de los sesenta, ya que fue utilizada como medio de expresión de las artistas feministas. A partir de 1970 se suceden sus exposiciones. Un año después se produce la confirmación de esta corriente en el seno de la Bienal de París.
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