El Teatro Pérez Galdós acoge la representación de Shirley Valentine que propone Nacho Artime, autor de la versión de la obra de Willy Russell.
Verónica Forqué encarna a la protagonista de un denso monólogo cómico que no tiene desperdicio, y que Russell retrató en la piel de una mujer de clase obrera del Liverpool industrial. Artime actualiza al personaje y Forqué lo ejecuta con el aval de la crítica.
De sobra sabíamos lo bien que suele resultar la Forqué por tierra, mar y aire, pero en esta función está mejor que nunca, repartiendo juego escénico entre un montón de personajes evocados, a los que acabamos viendo como si estuvieran allí. ¡Qué aliento le insufla al texto, qué holgura le da a cada matiz, cómo coloca las pausas, cómo valora cada unidad de sentido! Algo tendrá que ver en todo esto la mano de Manuel Iborra, su director, pero es la actriz quién hace del verbo, carne (y tal transubstanciación no es entretenimiento: hay que ser descreído para aplicarle el 21 por ciento de IVA a los milagros). Javier Vallejo. El País
Algo totalmente sorprende si tenemos en cuenta que durante una hora y media todo el peso recae en una sola actriz que consigue que cojamos cariño a esa dulce ama de casa que no sabe lo que es el clítoris,que bebe vino porque ya es demasiado mayor para beber ron, que su único sueño es viajar,que todos los días recuerda como era su marido antes, que le hubiese encantado ser azafata de vuelo y que tan sólo quiere sentirse viva. Laura A. P. nuestra ficción
Después de ver este brillante espectáculo unipersonal uno no sabe si Verónica Forqué hace de Shirley Valentine o es ésta quien quiere parecerse a la Forqué. Cuando un actor se lanza al arriesgado ejercicio del monólogo debe tener una considerable cantidad de recursos para salir airoso de la aventura. Estar a solas en el escenario, sin nadie que te de la réplica, que te mire y a quien mirar, es dificilísimo. Pero son pocos los artistas de prestigio que, en un momento de sus carreras, se resistir a lidiar en solitario un mihura de consideración. Antonio Castro. madridiario.es
«Si Willy Russell pudiera verla en escena, se enamoraría de la Forqué, porque está tan magnífica, se mete en la piel de Shirley Valentine con tanta naturalidad, da tal cantidad de matices a su personaje -profundos unos, ingenuos otros- que parece como si Russell hubiera tenido a nuestra actriz española en la mente cuando concibió a esta mujer de cuarenta y muchos años, machacada, hundida, frustrada por las huellas de la vida, pero capaz de renacer, de recuperar los sueños….». Carlos Toquero. El Mundo
El Galdós ofrece dos funciones, los días 8 y 9 de marzo, a las 20:30 horas. Precio de la entrada: entre 20 y 30 euros
¿Algo que comentar?