La Biblioteca Insular presenta ‘De costa a costa. Las poblaciones canario-amaziges y el mar’, de Carmen Gloria Rodríguez Santana

La Biblioteca Insular de Gran Canaria acoge el día 28 de mayo, a las 19:00 horas, la presentación del volumen ocho de la colección ‘La isla de los canarios’, titulado ‘De costa a costa. Las poblaciones canario-amaziges y el mar’, de la autora Carmen Gloria Rodríguez Santana.

El acto de presentación del citado volumen publicado por el Departamento de Ediciones de la consejería de Cultura del Cabildo grancanario, contará con la presencia de la consejera de Cultura del Cabildo, Guacimara Medina, del consejero de Presidencia y Movilidad Sostenible, Teodoro Sosa, así como de la citada autora y del director de la mencionada colección, Javier Velasco.

En el nuevo volumen la arqueóloga y actual directora de la Casa de Colón formula un trabajo exhaustivo y cercano al mundo de la pesca y el marisqueo, actividades cotidianas que fueron esenciales para la supervivencia de canarios y canarias de las antiguas poblaciones canario-amaziges de la isla que hicieron de sus aguas un lugar de encuentro, de trabajo, de diversión y, sobre todo, de identidad. El relato de este volumen ofrece una mirada a cómo esas personas veían el mundo y a su activa participación en la construcción de una sociedad que se perpetuó en el tiempo y reelaboró su identidad histórica a lo largo de los siglos.

Carmen Gloria Rodríguez Santana

Rodríguez Santana, que obtuvo en 1994 el Premio de Investigación Viera y Calvijo en la modalidad de Historia por su trabajo titulado ‘La pesca entre los canarios, guanches y auaritas’, divide su trabajo en ocho capítulos en los que aborda desde el paisaje oceánico y el litoral como espacio de subsistencia a los recursos marinos de las aguas atlánticas, pasando por el marisqueo y las artes de pesca o la compleja vida social de las malacofunas.

La autora, al adentrarse de lleno en la investigación arqueológica del Archipiélago Canario, centró hace años su interés en las economías prehistóricas decidiendo emprender su memoria de doctorado en el análisis de los restos óseos de peces recuperados en yacimientos de Gran Canaria, Tenerife y La Palma.

Como explica en el prólogo de esta nueva entrega el director de esta colección, Javier Velasco, “los huesos de pescado, las cáscaras de lapas y los burgaos, los anzuelos, los descamadores y, sobre todo, las sensaciones, nos adentran en el día a día, nos presentan el trabajo diario de hombres y mujeres, el modo en el que se relacionaban entre sí o los lazos vitales que establecían con el entorno que les rodeaba”, señala Velasco.

“El relato de este volumen ofrece una mirada a cómo esas personas veían el mundo y a su activa participación en la construcción de una sociedad que se perpetuó en el tiempo y reelaboró su identidad histórica a lo largo de los siglos”, añade.

Carmen Gloria Rodríguez deja claro que “nunca está de más insistir en que ese inestimable tesoro se refiere al periodo comprendido entre los siglos XIV y XVI —correspondiente a los compases finales de la cultura canario-amazige y al proceso de exploración, conquista y colonización de la isla, iniciado con el tránsito de marinos y navegantes de las repúblicas mediterráneas y los reinos ibéricos—; que el filtro colonial obliga a descodificar la información ofrecida; que hay lagunas casi incomprensibles en esos relatos que versan sobre cómo eran los naturales de las islas…

En definitiva, que hay que extremar el fino análisis al recurrir a estas fuentes. Aun así, son esenciales para construir esa historia de la relación de estas gentes con el mar que las envuelve, una historia que se establece desde la costa —quizás se debería hablar de costas por la enorme variabilidad de su morfología— pero también a través del contacto directo de estas mujeres y estos hombres con el Atlántico”.

Foto: Angel Medina G. | Gran Canaria Cultura

Una colección cercana, pero rigurosa

La colección ‘La isla de los canarios’ persigue ofrecer al conjunto de la ciudadanía una información sobre los antiguos habitantes de Gran Canaria que sea, sobre todo, actualizada, rigurosa y con una evidente fundamentación científica. Pero también, como premisa básica, pretende ser cercana, directa y accesible.

Por ello se aboga por unos textos en los que desde luego no proliferen los tecnicismos, pero tampoco las vulgarizaciones y, sobre todo, que sean capaces de ofrecer una visión humanizadora de este pasado compartido sobre la base de la investigación arqueológica más actual.
Desde el número primero de esta colección, el tiempo ha tenido un papel protagonista en las explicaciones ofrecidas sobre los primeros pobladores de Gran Canaria.

Así, el cuestionamiento del momento en el que se produce el primer asentamiento estable de gente en la isla, la propuesta de cambios diacrónicos en las fórmulas funerarias o en la explotación de los recursos que ofrecía el mar han formado parte del discurso vertebrador de La isla de los canarios.

Como se indica en la contraportada de la colección, se aspira a ofrecer explicaciones históricas sobre estas poblaciones, desde el inicio del poblamiento hasta el momento de la colonización castellana, “en un intento de ofrecer respuestas veraces a algunos de los interrogantes que todavía ser ciernen sobre ellos”.

Es una colección pensada para un público amplio, que cada vez demanda más información sobre el patrimonio arqueológico insular. También para que los y las docentes cuentes con un material que pueda servirles de apoyo para abordar estas materias en sus actividades formativas.

En definitiva, un libro con el que cualquier persona pueda identificar ese pasado como algo propio y evocarlo en el momento de visitar museos o yacimientos arqueológicos.

En los todos los volúmenes publicados hasta la fecha en esta colección se ha conferido especial importancia a las ilustraciones, buscándose ofrecer una imagen cercana, realista y plural de aquellos antiguos habitantes de la isla y de su legado material.

Como en los anteriores, el excepcional trabajo de Agustín Casassa convierte a este libro en un referente de edición cuidada, plagada de imágenes estéticamente impecables, a la vez que dotadas de una enorme capacidad explicativa.

En los últimos años la “imagen del antiguo canario” ha sufrido importantes cambios, entre otros gracias al trabajo de creadores como Agustín Casassa, que han ayudado a generalizar una visión de estas poblaciones mucho más normalizada, cotidiana, diversa y, sobre todo, de mayor cercanía.

La difusión constituye uno de los elementos esenciales en el diseño de cualquier modelo de gestión cultural asociado directa o indirectamente con el patrimonio histórico. Así, es ineludible el compromiso por garantizar que las narrativas sobre nuestro pasado lleguen al máximo de personas posible, lo que exige diversificar lenguajes, fórmulas y soportes de comunicación, sin que ello suponga en ningún caso una pérdida de la esencia de sus contenidos.

La colección “La isla de los canarios” quiere transitar por ese camino. En este sentido, es inevitable pensar que a estas alturas ya no es suficiente la descripción casi contemplativa de los yacimientos o los restos que allí encontramos, ni su mera exhibición para explotar su “natural atractivo”. No hay duda de que resulta mucho más eficaz que todos estos elementos que conforman el patrimonio arqueológico insular se incorporen a discursos elaborados, comprensibles, pertrechados de datos contrastables, con capacidad explicativa y generadores de cercanía.


Publicar comentario