El Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria (FICLPGC), en su 24ª edición, presenta en su Sección Oficial el «exótico» debut como director de Tato Kotetishvili, titulado ‘Holy Electricity’. El cineasta georgiano, reconocido previamente por su trabajo como director de fotografía, firma también el guion, la fotografía y participa en la producción de esta pieza.
La película llega a la isla avalada por importantes reconocimientos, destacando el Pardo d’Oro del Cineasti del Presente obtenido en el Festival de Cine de Locarno. Además, ha sido proyectada con «buenas referencias» en certámenes de ciudades como Luxemburgo, Róterdam, Sarajevo, Tallin o Goteborg.
Una comedia que se convierte en docudrama desde Tiflis
Descrita como una «irreverente comedia que deviene en docudrama», ‘Holy Electricity’ sigue la «loca aventura» de dos primos que se dedican a vender crucifijos de neón en los suburbios de Tiflis, la capital georgiana. La inspiración para el film surgió precisamente del entorno del propio Kotetishvili en esta ciudad.
El director subraya la relevancia de los crucifijos en su país, destacando que son el símbolo «quizás más importante» en Georgia, una nación con una profunda tradición cristiana. Menciona incluso que la bandera georgiana se compone de cinco cruces, y en su película, este símbolo está «siempre presente».
Más allá de esta carga iconográfica, Kotetishvili busca que «cada espectador pueda interpretar de manera diferente la película» y que cada cual «encuentre algo dentro de la película con lo que se pueda sentir identificado», ya sea una parte de la historia o una emoción.
Enfoque en los actores y estilo documental
Como director de fotografía, Kotetishvili optó intencionadamente por «adaptar el trabajo para centrar toda [su] atención en los actores», dejando de lado pretensiones de estilo visual. Esto se tradujo en muchas escenas estáticas, con la cámara quieta, lo que le permitía concentrarse en dar indicaciones a los actores, quienes además improvisaban. Consideró que filmar con movimiento habría sido «mucho más duro». De manera similar, emplearon luz natural en el rodaje para simplificar la coordinación.
Aunque intentó filmar «como si fuera una especie de documental», el director aclara que no lo es en un sentido convencional. Lo que se muestra es «un sueño, un poco lo que a ellos [los actores, personas reales] les hubiera gustado», si bien «también se refleja parte de lo que les sucede en la realidad».
Esta combinación «funcionó bastante bien» para él. Trabajaron con actores no profesionales, una dificultad que ya contemplaron al escribir el guion y que incluso prefirieron.
Una vez que conoció mejor a los intérpretes, pudieron adaptar la historia a sus personalidades, trabajando en esta línea también en postproducción. Era prioritario «reflejar eso y hacerles sentir lo más cómodos posibles en el set» para que fuesen ellos mismos y lograr un resultado natural, dándoles «suficiente espacio y margen para que improvisaran todo lo que quisieran sobre los diálogos iniciales».
El director también se esforzó en encontrar secundarios «interesantes» y con el mismo perfil, añadiendo texturas y personalidades al film. Kotetishvili indica que le gusta dejar margen a la imaginación del espectador, sin explicarlo todo, permitiendo que «muchos aspectos que quedan ahí de una forma sutil o latente».
La importancia del sonido y la música
La ambientación sonora adquiere un papel protagonista en la película. El proceso de elección musical se realizó mayormente después de finalizar el rodaje. La banda sonora incluye composiciones underground del artista georgiano Vaqo, tanto piezas ya editadas como otras compuestas específicamente para ‘Holy Electricity’.
Asimismo, el director recurrió a los propios músicos callejeros de Tiflis para ciertas escenas, utilizando grabaciones realizadas en las calles y el metro, lo que añade una dosis extra de personalidad a la pieza.
Última oportunidad para ver ‘Holy Electricity’ en el FICLPGC
La película tendrá su última proyección en el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria el miércoles, 30 de abril, a las 18:00 horas, en la sala 7 del Cine Yelmo Las Arenas.
El Festival
El FICLPGC está organizado por el área de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y cuenta con el apoyo del ICAA, AC/E a través de PICE Visitantes, Promotur Turismo Islas Canarias, así como con la colaboración de diversas instituciones y entidades públicas y privadas que actúan como sedes, aliados o colaboradores.
Publicar comentario