Cuatro nuevas películas entran en la cartelera del primer fin de semana de agosto. Con autoridad y contundencia se hace notar, entre todos los estrenos, Prometheus, último título de Ridley Scott. Sin rastro, y La felicidad nunca viene sola también acaparan un buen número de pantallas. Con menor presencia, pero con contenido, llega Pollo con ciruelas.
El estreno del último trabajo en la dirección de Ridley Scott, Prometheus, hace su aparición acompañado de importante ruido mediático, comentarios en las redes y fuerte campaña promocional. Dos años –desde el lanzamiento de Robin Hood en 2010- se ha hecho esperar la última película del director de títulos como Alien el octavo pasajero, Blade Runner, Thelma & Louise, Gladiator, American Gangster o Red de Mentiras.
Naomi Rapace, Charlize Theron, Michael Fassbender, Guy Pearce o Idris Elba, entre otros, dan vida a un equipo de científicos y de exploradores que librarán una aterradora batalla para salvar el futuro de la raza humana, después de descubrir una pista sobre el origen de la humanidad en la Tierra.
Sin rastro (Gone), thriller dirigido por Heitor Dhalia y protagonizado por Amanda Seyfried cuenta cómo Jill emprende la búsqueda de su hermana, y una incansable lucha personal, al sospecha que el secuestrador de su hermana es el mismo que la atormentó a ella años atrás.
¿Qué pasa cuando los extremos se tocan? De alguna forma, esta es la temática de la comedia romántica francesa La felicidad nunca viene sola (Un bonheur n’arrive jamais seul), de James Huth con Sophie Marceau y Gad Elmaleh. Sacha y Charlotte, dos polos opuestos, están sin embargo, hechos el uno para el otro. Sacha adora a sus amigos, vive el momento y disfruta de la vida sin compromisos. Charlotte tiene tres hijos, dos ex maridos y lleva una fundación de arte contemporáneo.
También de origen galo es la comedia que distribuye Golem, y que en Las Palmas de Gran Canaria podremos ver sólo en los Multicines Monopol. Pollo con ciruelas (Poulet aux prunes), lo nuevo de la creadora de Persépolis, Marjane Satrapi, y Vincent Paronnaud, es un canto a la vida desde un lecho en el que ya sólo se puede esperar a la muerte. Pollo con ciruelas es una gran historia de amor capaz de alimentar al genio y su música. Mathieu Amalric e Isabella Rossellini, se sitúan en el Teherán de 1958, momento en el que un gran músico cae en depresión tras romperse su violín. Sin ganas de vivir se mete en su cama, y desde allí, sumido en ensoñaciones, descubrimos el gran secreto de su vida.
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