Algunas sugerencias para el Carnaval de El Mundo de la Fantasía: inspiración en los clásicos, la tele y algunos nuevos mitos modernos. De Caperucita a Juego de Tronos, las fiestas en Las Palmas de Gran Canaria en 2014 se prestan a algunas de las siguientes posibilidades.
El tono clásico
Hadas y elfos son el primer recurso para el carnavalero. El propio cartel de la fiesta invita a imitar a Campanilla, Legolas o espíritus de nuevo cuño y de origen nipón. Hadas y elfos que aparecen igual en cuentos clásicos que en sagas modernas al modo de El Señor de los Anillos.
Por extensión, en este imaginario caben duendes, magos como el gran Gandalf El Gris, hadas del bosque y la familia completa elfos, enanos y hasta hobbits como el mismísimo Bilbo Bolsón. Pero en este tono clásico hay que remontarse a algo más atrás que Tolkien. Están las temidas brujas de verruga en la nariz y escoba a juego. Las mismas que amargaron a Blancanieves, por ejemplo. Los ogros, parientes no tan lejanos de Shrek. Gigantes y enanitos del bosque. Animales mágicos como el unicornio. El catálogo se extiende a iconos de la fantasía tradicional, como Caperucita Roja o Pulgarcito.
También a figuras como la Alicia de Lewis Carroll. Ella o sus compañeros de fatigas en El País de las Maravillas, que tiene frontera con El Mundo de la Fantasía. Allí también hay malas malísimas como la Reina de Corazones.
Disfraces contemporáneos
Sagas de nuevo cuño, como Juego de Tronos, dan pie a los más frikis o ilustrados en una de las series de televisión de más impacto de la historia de la televisión. Se puede ser un Lannister o un Stark, al gusto. También Damaris de la Tormenta y sus dragones. Perdón, Daenerys…
Los elegantes alienígenas azules de Avatar dan el adecuado contrapunto al clásico recurso pitufo en el mogollón. Para eso hay que tener master en maquillaje corporal, suerte cada vez más carnavalera. O unas licras en el estampado adecuado, al estilo James Cameron.
Luego están los nuevos héroes del videojuego, como demostró en la gran pantalla Rompe Ralph. Desde Lara Croft a Sonic, todo el animalario digital vive en la fantasía en la que compiten los usuarios de las consolas. Super Mario o un soldado de Halo. Las posibilidades en este punto son infinitas.
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