La película «Deuses de pedra», dirigida por Iván Castiñeiras Gallego, ha sido seleccionada para competir por la Lady Harimaguada de Oro en la Sección Oficial del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria (FICLPGC) de 2025.
Conocido principalmente por su trabajo como director de fotografía en filmes como «Bugarach» (2014), «En todas as mans» (2015), «Homes» (2016) o «Niños somos todos» (2019), Castiñeiras retoma su rol como realizador en esta obra, siempre en el contexto de la no ficción. Este es su regreso a la dirección tras «Where Is the Jungle?» (2015).
La voz del productor
El realizador no pudo estar presente en la comparecencia ante los medios en el Auditorio Alfredo Kraus, ya que su viaje se vio afectado por el apagón que tuvo lugar el día anterior en todo el territorio peninsular español. Sin embargo, sí acudió el productor de la película, Ángel Santos, quien además fue el director del último cortometraje donde Castiñeiras trabajó como director de fotografía, «Así vendrá la noche» (2021).
Santos describió «Deuses de pedra» (conocida también como «Gods of Stone») como una «producción inusual», de esas películas que nacen más «por el impulso de un cineasta» que de un proyecto preestablecido. El propio director, Iván Castiñeiras, es oriundo del sur de Orense, una zona de Galicia situada en la frontera con Portugal. Santos relató que Castiñeiras comenzó a filmar en lo que llamó la «frontera históricamente más antigua de Europa», un lugar con un «imaginario muy fuerte».
Un rodaje largo
El productor señaló que Castiñeiras logró captar esa suerte de magia etérea «en solitario, con pequeñas ayudas y en 16 mm, durante más de diez años». Aunque la película, al igual que el célebre film «Boyhood», muestra un largo proceso de seguimiento de uno de sus personajes, en especial de Mariana, durante el mismo periodo vital de la infancia a la adolescencia y vida adulta, Santos aclaró que no buscaban hacer un «Boyhood gallego-portugués». «Deuses de pedra» nació más «tanto del paisaje como de las gentes», con una visión «más caleidoscópica de gentes del lugar».
Para Santos, el trabajo de Castiñeiras es «puro deseo de cine», una voluntad de filmar que podría ser eterna. Aunque comenzó como pura observación, el proceso despertó «una voluntad de ir hacia lo narrativo, de poder jugar un poco más a la ficción», especialmente en una fase más tardía. En este sentido, el director propuso a los habitantes y protagonistas del lugar «pequeñas ficciones que ellos aceptaron encantados».
Hay elementos que parten de su vida real, pero que se ficcionan un poco. Por ejemplo, el dilema que vive Mariana en el largometraje sobre su futuro «quizás no es real» en su totalidad, pero sí se basa en la realidad de la disgregación familiar, con hermanos que se han ido y su padre en las Azores. La película aborda este punto de decisión directamente.
Observar las transformaciones
El motor fundamental de la obra fue siempre «observar las transformaciones, de algo que está cambiando, algo que está desapareciendo» en la vida de esa frontera. Santos enfatizó que la película refleja la «relación que mantenemos con lo rural» sin caer en estereotipos. Busca ver el paisaje no solo como un lugar de memoria, sino como un lugar vivo.
La película también muestra el creciente desarrollo minero en la zona por parte de grandes compañías europeas y cómo esto afecta a los vecinos, ofreciendo una «mirada muy honesta sobre este entorno».
Los residentes de la aldea siguen siendo una «parte activa del proceso», existiendo un vínculo muy fuerte con la película. De hecho, se organizará un pase en su pueblo en verano, con todos los vecinos muy implicados, lo que convertirá la proyección en una «especie de celebración colectiva».
Ángel Santos compartió su experiencia como productor y cineasta. Con una productora «muy chiquita» y habilidades modestas, busca apoyar las películas que considera que «deben salir». Su rol con Iván fue más de «acompañamiento», ayudando a conseguir una pequeña ayuda de la Xunta de Galicia y presentando la película a laboratorios. Santos entiende la sensación de soledad del cineasta con su proyecto y la necesidad de tener alguien con quien discutir y pasar a la fase de montaje.
Santos también destacó el momento «muy fructífero a nivel creativo» del cine gallego, con producciones que siguen surgiendo y evolucionando.
El Festival
El Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, donde compite «Deuses de pedra», está organizado por el área de Cultura del Ayuntamiento capitalino y cuenta con el apoyo público del ICAA, AC/E a través de PICE Visitantes, y Promotur Turismo Islas Canarias. Entre sus colaboradores se encuentran diversas instituciones y entidades como la Fundación Auditorio Teatro, Cines Yelmo, Centro Comercial Las Arenas, y múltiples empresas y entidades culturales del sector audiovisual y educativo.
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